jueves, 15 de enero de 2009

Harta

Mientras hoy todo el mundo habla de esto, yo he prefirido centrarme en la nueva campaña de Louis Vuitton con Madonna como protagonista. Unas imágenes que se adelantaron en diciembre, como viene siendo habitual dentro de la campaña de marketing de la legendaria maison, pero que, sumadas a los recientes lanzamientos de Miu Miu con Katie Holmes y Emporio Armani con Victoria Beckham, me sirven para cuestionarme dónde exactamente quieren posicionarse las grandes firmas de moda a día de hoy.

Campaña Primavera-Verano 2009. Steven Meisel

Estamos en 2009 y en mi opinión la era de las celebrities está empezando ya a mostrar signos de fatiga, como demuestra, por ejemplo, la crisis que afecta a VOGUE USA, publicación que ha hecho de las estrellas su principal contenido, poniendo a la moda en segundo lugar. Y es que, como afirmaba una lectora de dicha revista, ¿no estáis aburridos de ver siempre lo mismo? Porque yo sí, la verdad. Ha llegado un punto que tal es el baile de nombres y caras conocidas que vemos hoy día en publicidad (o en colaboraciones con firmas de moda; o en portadas de revistas) que, a mí, personalmente, ya no me suscita ningún interés. Si además le añadimos que, detrás, acostumbran a estar siempre los mismos fotógrafos –véase el tándem Mert & Marcus para esta primavera 2009– las campañas se impregnan de un estilo similar, las estrellas se convierten en casi irreconocibles, y al final la homogeneización se hace más que evidente. Y cansina. ¿Dónde están las grandes ideas? ¿Dónde está la voluntad de marcar la diferencia? Creo, seriamente, que los directores creativos tienen que hacerse un replanteamiento o que los CEO tienen que empezar a fichar a mentes más jóvenes. Pero volvamos a Louis Vuitton.

Campaña Otoño 2007. Annie Leibovitz

No entiendo como una marca que ha sido capaz de crear una campaña tan coherente, bella y efectiva como Journeys, firmada por Annie Leibovitz en 2007 (con una aplaudida secuela de 2008), ahora vuelva a la carga con Madonna en plan sensual y provocativo. Las instantáneas, firmadas por Steven Meisel, no me horrorizan, el problema es que no entiendo qué quiere transmitir con ellas y, más concretamente, con Madonna. Ya sé que cada acción publicitaria tiene diferentes objetivos, pero me entristece pensar que para las colecciones de moda siempre se recurra a lo mismo. Por favor, nuevas fórmulas para nuevos tiempos y, sobretodo, más riesgo. Parece que se les ha olvidado que la moda, sin riesgo, no es moda, es puro aburrimiento.

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